Objetivo Erosionzero sigue ampliando su gama de productos para el control de la erosión y restauración del paisaje, incorporando nuevas mallas para la contención de suelos o sustratos en superficies muy inclinadas.
Uno de los nuevos productos que han entrado a formar parte de su catálogo es las mallas tridimensionales metálicas de hasta 80 mm de altura (tipo Krismer), que por su porosidad, resistencia y capacidad de retener sustratos están siendo utilizadas en la estabilización de taludes de hasta 65º de pendiente por algunas empresas de restauración del paisaje.
Estas mallas krismer de refuerzo se fijan al suelo con picas metálicas en perfiles T25 de hasta 1000 mm de altura, que fijan barras transversales galvanizadas de Ø10 mm y 3000 mm de longitud mediante lazos metálicos de unión de 1,4/100/NIRO, para sobre todo ello aportar el material granular y el sustrato, bien mediante extendido o bien mediante gunitado. Todo ello al objeto de preparar un sustrato adecuado para recibir la hidrosiembra, y con ello la colonización de especies herbáceas y arbustivas autóctonas, que con la humedad suficiente darán los resultados de estabilización requeridos.
Este evidentemente no es producto degradable y, por tanto, mantiene todas sus propiedades técnicas sobre el terreno de forma permanente.
El sistema Krismer es un método concreto de fijación y estabilización de taludes, anclando sobre la misma superficie del talud, que fue desarrollado a principios de los años ochenta, en el pueblo de Landeck, ubicado en los Alpes Austríacos.
Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.
ACEPTAR