El procedimiento de instalación de filtros vegetales en una zona determinada mantiene por lo general el mismo protocolo. Para una mejor comprensión del método, a continuación, nos referiremos al caso concreto de un campo de olivar que sufre graves daños de erosión por lluvia.
En este caso, una vez inventariadas todas las cárcavas y siguiendo los esquemas descriptivos de los modelos previamente propuestos, se puede proceder al tratamiento e instalación de los filtros vegetales.
Para ello, en primer lugar, se cuantificarán y se demandarán todas las unidades de los materiales necesarios para la misma, como son, por ejemplo:
También se identificarán las especies vegetales más adecuadas para tal uso, y el número de ellas.
Para la instalación de los filtros vegetales sobre el terreno se procederá de la siguiente manera:
En el primer paso, se tendrá en cuenta y se respetará en la medida de lo posible la vegetación natural existente, así como algunos elementos estructurales como rocas o tocones, que puedan estar dando estabilidad y biodiversidad a la cárcava.
En el segundo, se comenzará la instalación con la apertura de las zanjas de fijación o atado de biorrollos y gaviones, las cuales serán de una profundidad al menos igual a la mitad del diámetro de los gaviones o de los biorrollos, siendo preciso dimensionar adecuadamente la profundidad y longitudes de las zanjas de atado.
Es muy importante que los extremos de estas estructuras queden más altas que su punto medio, de forma que en la concavidad formada entre ambos extremos y su punto central tenga la sección suficiente para acoger el caudal de máxima avenida en ese punto.
En todo caso, estos extremos no deben sobresalir del terreno natural, o hacerlo lo menos posible, al objeto de no suponer un obstáculo al paso de la maquinaria que pueda favorecer su arrastre durante las prácticas de cultivo.
En el tercer paso, se ha de procurar que en ningún momento estas estructuras supongan un obstáculo al curso de agua, sino sencillamente una pequeña diferencia de nivel, que el agua salve sobre la superficie del biorrollo o del gavión flexible, intentando producir el menor salto posible del agua en su curso.
En el caso de tramos con pendiente mayores al 10% y profundidades de cárcavas mayores de 1 metro, se iniciará la instalación, con un relleno de la cárcava con las tierras de los bordes de la misma hacia su interior, realizando un compactado del terreno movido y un perfilado de la cárcava.
El objetivo de disipar la escorrentía laminándola en una mayor sección superficial, para a continuación abrir zanjas de atado transversal a una distancia entre las mismas que estará en función de la pendiente y la conveniencia de su instalación, que normalmente se establecerán estas zanjas a una distancia de entre 3 y 5 metros.
Seguidamente, a la apertura de zanjas de atado tras el relleno y perfilado de cárcavas, previo a la instalación de biorrollos y de los gaviones flexibles, se procederá al extendido y fijación de las mantas orgánicas, recomendablemente provistas de mallas de refuerzo y resistentes al sol (tipos ErosionZero E3R o ErosionZero 2K3R).
Dichas mantas han de cumplir la función de fijar el suelo movilizado y desnudo, reteniendo finos y semillas de forma permanente. En su instalación habrá que tener en cuenta lo siguiente:
Para la sujeción o fijación de biorrollos y gaviones flexibles, se emplearán picas de acero corrugado de diámetro entre 8 a 10 mm y de una longitud al menos el doble de la de estas estructuras, es decir, para biorrollos o gaviones de 30 cm de diámetro, la pica debe medir más de 60 cm.
Estas se colocarán preferentemente dobles, a cada lado de las estructuras, o por encima de las mismas, cogidas en todo caso por alambre galvanizado que las envolverá y tensionará.
En el caso de tramos con pendiente mayores al 10% y profundidades de cárcavas mayores de 1,5 metros, se emplearán estructuras a base de enrejados de 15 x15 cm de acero corrugado de 12 a 14 mm de diámetro, de una altura no superior a 1 m.
Estas serán cortadas in situ en paños a medida de la sección de la cárcava, que se colocará inclinada sobre el terreno con una pendiente aproximada a los 70º y en cuyo centro se cortará el vertedero a medida del caudal máximo calculado para ese punto.
Sobre la base de esta estructura inclinada, previa explanación y nivelación manual, se podrá colocar también un enrejado de las mismas características, cortado en un solo tramo de no menos de 2 metros longitudinales y de ancho el de la propia explanación, de forma que sirva de soporte y anclaje de la estructura inclinada mediante tirantas y picas del mismo tipo de acero.
Toda la estructura anterior se forrará interiormente a modo de embolsamiento con mantas orgánicas, fijándose a la empalizada inclinada y a las paredes de la cárcava, y bajo la estructura de base de anclaje.
Sobre los vértices de la estructura inclinada en su unión con las paredes y fondo de la cárcava, se localizará un biorrollo de 15 cm de diámetro que, prolongándose por encima de la estructura inclinada, reforzará estos puntos evitando en caso de desbordamiento el socavamiento lateral y vertical de la misma.
Destacar que tras la ejecución del proceso de instalación de filtros vegetales en olivar, se debe realizar unos trabajos de mantenimiento para que su eficacia e inversión sea y prolongue en el tiempo.
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